dimarts, 10 de març del 2015

Historia de las fallas




Ya casi estamos en fallas, las fiestas más representativas de Valencia. Como elemento cultural de nuestra ciudad deberíamos trabajarlo en clase con los alumnos y alumnas, pero antes debemos conocer su historia.

El origen exacto de estos festejos no se conoce, ni siquiera se ha podido determinar una fecha más o menos aproximada de su origen. La documentación más antigua hallada sobre las Fallas data de 1784 y hace referencia a un escrito que prohíbe quemar las fallas en las calles estrechas y obliga a colocarlas en plazas suficientemente amplias. Este escrito indica que en el siglo XVIII ya se plantaban en Valencia.

Dado que no se conoce el origen, a lo largo del tiempo han surgido diferentes teorías. A continuación describiré las tres más "importantes":

La primera, y la más aceptada por la mayoría de valencianos, dice que el origen de las Fallas se remonta a la antigua tradición de los carpinteros de la ciudad, que se celebraba la víspera de su patrón, San José (19 de marzo). Para alumbrarse en las últimas horas de la jornada, ya sin sol, utilizaban unos candiles que sostenían en un palo a modo de candelabro que se situaba en el centro del taller (se conoce como estai, astai, pagés o parot). Según esta teoría, era tradición que para celebrar el patrón del gremio y el fin de las veladas de invierno trabajando, se sacara el parot a la puerta del taller y se quemara frente a sus talleres, en las calles, y plazas públicas, junto con los trastos viejos e inservibles. Con el tiempo se añadieron otros elementos que conformaron una pequeña escena de tal manera, que según esta hipótesis, apareció el primer ninot.


La segunda teoría hace referencia a rituales solares. Desde tiempos inmemorables,en muchos lugares de Europa, Asia y África se celebran la llegada de los equinocios y solsticios encendiendo hogueras. Estas manifestaciones en algunos casos han sido heredadas de pueblos tan antiguos como los celta, y algunas de ellas han llegado a nuestros días.La iglesia, ante la imposibilidad de suprimir estas populares tradiciones en muchos lugares de España, decidió absorberlas y dedicarlas a los santos. De esta manera, las hogueras del solsticio de verano se relacionaron con San Juan y las del equinocio de primavera con San José.


Por ello,algunos historiadores piensan que las Fallas son en realidad una costumbre muy antigua en Valencia, seguida por los árabes o quizá por pobladores de la ciudad anteriores a ellos, que se inició como fuegos de primavera y evolucionó hasta los monumentos satíricos que hoy en día conocemos.




La tercera teoría, habla sobre una antigua tradición europea que consiste en construir un monigote representando a un personaje no grato, colgarlo con cuerdas o en u poste y, posteriormente, quemarlo en el tercer día de Cuaresma y el sábado de Gloria. El origen de este festejo es anterior al cristianismo, aunque esta religión lo asimilara como a otras costumbres paganas.

Lo que piensan algunos estudiosos es que las Fallas derivan de este pelele satírico que se tira a la hoguera. Se sabe que era muy típico en la Valencia del siglo XIX colgar monigotes grotescos en ventanas y balcones siendo Carnavales o jueves de Cuaresma (cerca de San José), y es fácil suponer que con el tiempo se pasó a poner más figuras llegando a formarse un primitivo monumento fallero donde se especificara mejor la crítica.


En cualquier caso, la costumbre estaba plenamente establecida en Valencia a finales del siglo XVIII y más aún en el siglo XIX, aunque en aquella época no se podía considerar aún fiesta, sino un festejo encuadrado dentro de las celebraciones de San José. Por aquel entonces la falla poco a poco dejaba de ser un montón de trastos viejos para pasar a convertirse ne algo más elaborado: una tarima de madera que tenía encima diversas figuras o ninots vestidos con ropa real y máscaras de cartón, los cuales simulaban una escena teatral de contenido generalmente satírico. Se montaba el día 18 por la mañana y se quemaba el mismo día por la noche, y por esto se les llamaba "falles de la vespra de Sant Josep".


Por tratarse de una forma de crítica, se encontraron con algunas dificultades ya que las autoridades municipales llegaron a censurar los bocetos de las fallas e incluso crearon arbitrios por plantar fallas, que llegaron a subir tanto que en 1885 y 1886 no se plantó ninguna falla dentro de Valencia.

Con los años los monumentos fueron evolucionando y los temas de las mismas fueron cambiando. A partir de 1901, cuando el ayuntamiento de Valencia creó los premios al monumento fallero, las fallas artísticas tomaron fuerza y surgió el oficio de artista fallero, que en su mayoría se trataba de escultores, pintores y carpinteros que se dedicaron a eso en exclusiva.

De esta manera, se había iniciado el camino para convertir las Fallas en un atractivo turístico. En 1927 se eligió la primera fallera mayor de Valencia y a partir de ahí se fueron añadiendo cosas como los actos oficiales de la semana fallera, la elección del ninot indultat, la creación del museo fallero, etc. La Guerra Civil Española supuso un paréntesis obligado a la fiesta, aunque se plantaron en 1937 algunas fallas de contenido propagandístico por parte de ambos bandos. Recién finalizada la contienda, en 1939, el ayuntamiento de Valencia creó la Junta Central Fallera, la cual en 1944 promulgó el primer reglamento fallero; y, en 1945 se oficializó la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados.

De este modo, se ha ido configurando poco a poco la fiesta fallera que conocemos hoy en día.







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